Cada vez más mujeres se atreven a vivir con placer la lactancia materna.

Cada vez más mujeres ejercen su derecho a amamantar el tiempo que deseen, gozando y a la vez reconociendo su propio deseo.

No caben dudas de que la lactancia materna implica una vida más saludable tanto para la mamá como para el bebé.

Y se conocen ampliamente los riesgos para la salud de no amamantar.

No hay otras prácticas de salud que tengan el potencial de mejorar las oportunidades de vida, salud y bienestar de la población a corto y largo plazo como la lactancia materna, por eso es necesario garantizarle a la mujer las herramientas necesarias para que puedan adoptar una decisión autónoma y una buena práctica.

La maternidad es una etapa de nuestra vida sexual y la lactancia forma parte del ciclo sexual.

Y como tal, a medida que las barreras de la inhibición que impuso la cultura se van derribando la mujer cada vez más puede gozar de este encuentro que implica salud y bienestar por el camino del placer permitiéndose sentirlo, apropiarse de la confianza en su propio cuerpo, recuperando la maternidad y la cultura biológica, emocional e intelectual propia.

Que la mujer sufra menos riesgo de osteoporosis, de cáncer de pecho y de ovario, de enfermedades cardiovasculares, de artritis reumatoide, de diabetes tipo 2, no es lo que la mueve a dar el pecho, sino la pura sensación de placer mutuo que se ofrece el binomio cuando la tibia leche de los pechos de la madre se desliza en la boca de su hijo.

El instante en que entra en contacto los labios del bebé con el pezón de la madre y las sensaciones que despierta, va más allá de la apreciación intelectual de los beneficios para la salud.

La lactancia materna va de la mano de la salud y el bienestar físico y psíquico, y la naturaleza le otorgó sabiamente a este acto de amamantar el privilegio del placer a ambas partes de la díada, aunque la modernidad y la cultura hayan hecho lo imposible por muchos años por ignorarlo y la sociedad haya borrado del mapa el deseo materno.

Gestar, parir, amamantar, forman parte del ciclo sexual y reproductivo.

Las mujeres apostamos a la salud y al bienestar cuando completamos el ciclo.

Lic. Mónica Tesone – Psicóloga
IAN Professional Liaison Coordinator
La Leche League International