Cuando la demanda aumenta puede aparecer dolor en los pezones.

Muchas madres nos consultan sobre el aumento en el número de tomas (o en el aumento de la demanda del bebé). La información que ya tienen y las dudas nuevas se entrecruzan: ¿Será un pico o crisis de crecimiento? ¿Puede haber bajado la producción? ¿Tiene que ver con el estado emocional que se vive?

Sin dudas que el estado emocional, los cambios de rutina o alteraciones en la familia tienen especial relevancia en los cambios de los patrones en las tomas. Estas situaciones, pueden maximizar sentimientos y emociones en los adultos, y por supuesto que los bebés, niños y niñas también lo sienten. Muchas veces no tienen otra manera de manifestarlo, que acercándose más a su lugar seguro en el mundo: el pecho de mamá.

El aburrimiento, también puede ser motivo de pedir teta (en niños y niñas pequeños que ya deambulan y juegan), también desencadena esta demanda el ver que los adultos se concentran más en otras cosas.

Entenderlos, y tratar de acompañarlos, no anula el sentimiento de cansancio y la sensación de “no poder más” en determinados momentos del día.

En este aumento de tomas, podemos sentir también molestias físicas y puede presentarse irritación en los pechos.

Muchas veces esto les pasa a las mamás de lactantes “mayores”, que ya no tomaban tanto, incluso algunos estaban cerca del destete, pero vuelven a tomar mucho. “Es como volver a los primeros días del puerperio”, nos dicen.

Los bebés mayores pueden ser muy movedizos, ya son tan expertos que toman la teta en cualquier posición. La reiteración de las tomas puede causar una gran sensibilidad o dolor.

Generalmente son situaciones que suelen ser pasajeras, hay semanas o días de mayor demanda y luego, sin que hagamos nada, vuelven a jugar y distraerse y se olvidan más de la teta.

Cuando los pezones se sienten muy sensibles:

  • Revisar la posición en que el bebé amamanta: con frecuencia los niños mayores se mueven mucho al tomar el pecho y esto puede producir esta sensibilidad, muchas madres nos cuentan que le piden a su hijo que cuando tome la teta no se mueva tanto. Ellos entienden muy bien cuando mamá les pide algo así. Con frecuencia, un pequeño cambio en la posición en que el bebé amamanta es suficiente para disminuir el dolor.
  • Cambiar la posición buscando una en la que la sensibilidad disminuye, esto permite que la presión que ejerce la boca del bebé sobre el seno, se haga sobre una porción de piel diferente.
  • Puede ayudar extraerse un poco de la propia leche y extenderla sobre el pezón (ayuda a cicatrizar el pezón y produce alivio).
  • Es importante no usar jabón, esto puede hacer que la piel pierda gran parte de su grasa natural y puede resecar la piel.
  • Dejar los pechos al aire o usando solo una remera de algodón ayuda a que la sensibilidad vaya disminuyendo. En horarios prudentes, también ayuda que reciban sol.
  • Los protectores mamarios o los casquetes que retienen leche y humedad pueden retrasar el proceso de cicatrización.

Compartimos información que puede ser de ayuda:
– Dolor en los pezones (LLL Int’l)
– Dolor causado por la dentición (LLL Int’l)

Si tenés dolor al amamantar, te invitamos a consultar a una Voluntaria de Liga de la Leche, podemos ayudarte brindándote información y apoyo. No estás sola con tu lactancia.