Es muy frecuente que las madres y sus familias se sientan preocupadas porque el bebé llega nervioso al pecho: la madre se angustia porque no logra calmarlo para que tome la teta, comienzan a dudar de la producción/calidad de la leche y empiezan a sentir que la lactancia está fallando
Es esperable que las primeras semanas un bebé no tenga intervalos fijos entre tomas, que al rato de haber tomado teta de señales de querer nuevamente pecho y también que luego de tomar quiera seguir en brazos. Incluso es esperable que un bebé llore por diferentes motivos.
También es muy común que tarde un rato en prenderse a la teta y reniegue como si no pudiera. Pareciera que nacen desorganizados, quieren hacer algo y no les sale, como por ejemplo tomar el pecho, muchas veces hace falta paciencia para acompañarlos hasta que lo consiguen.
Para lograr que el bebé llegue más tranquilo a tomar el pecho muchas madres nos cuentan que están pendientes en observar las señales tempranas de hambre. Sienten que mientras antes le ofrecen el pecho, las tomas son más efectivas, evitan momentos de tensión y logran relajarse para amamantar.
El bebé pide el pecho cuando lo necesita dando señales, que van desde las más sutiles, subiendo la intensidad y desesperación, hasta llegar al llanto.
‣ Señales de hambre tempranas:
➳ Las primeras señales se pueden observar cuando comienzan a despertarse, viendo el movimiento de sus ojos debajo de los párpados y el movimiento de los labios, luego de sus brazos, mueven la cabeza de lado a lado, succionan sus manos o ropa de quien los tiene en brazos, hacen movimientos hacia el pecho, buscan acomodarse en posición para amamantar . Luego ya se mueven inquietos, fruncen el ceño, se los nota muy molestos y finalmente, lloran.
➳ El llanto es una señal tardía de hambre, un bebé que llora hace rato que está dando sus “señales de querer alimentarse ”, mientras antes llegue al pecho, tomará más tranquilo, evitando momentos tensos para todos.
➳ Ofrecer el pecho cuando se observan las primeras señales tiene la ventaja extra de que no se estira el tiempo entre las tomas, mientras más se amamante más leche se va a producir y se logra un desarrollo y crecimiento óptimo del bebé. No importa cuánto tiempo haya pasado de la toma anterior, ya que el cuerpo de una madre lactante siempre está produciendo leche. Cada vez que el bebé estimula el pecho succionando, se desencadena la bajada de leche.
➳ Deberían hacerse entre 10 y 12 tomas efectivas en 24 horas (nos referimos a tomas en las que el bebé repite patrones de estar succionando de forma rítmica y luego se lo escucha tragar).
➳ Si bien se ofrece el pecho cuando se observan las señales, a veces puede ocurrir que además le pasen otras cosas: las madres nos cuentan que buscan qué le puede estar pasando, lo ayudan a calmarse, lo acompañan, sostienen y luego le vuelven a ofrecer el pecho.
➳ Llorar también puede ser señal de sensaciones como: me siento solo, tengo frío, tengo calor, estoy asustado, estoy aburrido, la vida es estresante, me sometieron a demasiadas cosas, este mundo no me gusta, me sacaron del útero de mi mamá y extraño el silencio, su temperatura y humedad, me molesta el pañal, me pasearon de brazo en brazo de las visitas, me pica, estoy cansado, no puedo dormirme, estoy molesto, necesito a mi mamá, quiero sentirte cerca, en tus brazos me siento contenido, cuidame.
Los bebés necesitan estar cerca de su madre (y también, las madres de sus bebés). Nos nutrimos también con amor, atención y contacto, y a medida que nos vamos conociendo aumenta nuestra sensibilidad para entender las señales de nuestros hijos. Muchas veces basta con apagar las instrucciones de otras personas y escucharnos.
Liga de La Leche está aquí para acompañarlos.