La llegada de un segundo hijo es tan mágica como la primera, los miedos de aquella experiencia quedaron atrás pero este nuevo embarazo, además de felicidad, puede traer nuevos temores: ¿cómo voy a hacer con dos? es el interrogante ineludible durante esta nueva etapa. Más aún, cuando pensamos en todo el tiempo que un recién nacido necesita en el pecho de mamá.

En nuestros Grupos de Apoyo, recibimos estas dudas, y entre las experiencias de las madres van surgiendo ideas, que ayudan a planificar los días con bebé y hermanos/as mayores.

Los primeros días son claves en la lactancia, y el apoyo del entorno, también. Por eso, es importante que las madres manifiesten con claridad qué necesitan. Contar con ayuda de familiares y amigos que dispongan de tiempo para pasar junto a su hijo/a mayor, puede hacernos sentir aliviadas y acompañadas en esta tarea de maternar a dos pequeños. Es habitual que éstos primeros días tengamos mucha ayuda y predisposición y con el correr del tiempo, esas personas vayan retornando a sus rutinas.
A medida que pasan los días, la nueva familia va encontrando sus propios modos de transitar la experiencia, y en breve, todo fluye mejor.

Sabemos que un recién nacido necesita tomar el pecho a libre demanda y con frecuencia y esto preocupa a las madres con respecto a los demás hijos. Para esos momentos, puede ser de mucha utilidad contar con un portabebés ergonómico, como así también, de un rincón cómodo, con libros, juguetes y juegos, para sentarse a amamantar mientras dedica atención al otro niño.

Muchas madres nos cuentan durante su segundo embarazo, que temen por la pérdida de exclusividad de ese primer hijo. Es tranquilizador, además de muy favorable para el vínculo, contar con momentos de tiempo exclusivo con el hermanito o hermanita mayor. A veces, no es necesario hacer grandes planes para esto: sentarse en el piso a jugar, salir al patio o caminar un rato, bastan para que conectemos y la convivencia familiar fluya mejor. Además, se puede invitar a los niños mayores a participar de pequeños quehaceres con el bebé (por ejemplo, ayuda en los cambios de pañales o entretenerlo mientras lo cambiamos).

Las etapas de mayor demanda en la lactancia pueden resultar intensas con uno o más hijos mayores, no dudes en pedir colaboración para todo aquello que puedas delegar, así podrás poner tu energía en amamantar.

No estás sola con tu lactancia, te esperamos en nuestros Grupos de Apoyo.