La mayoría de las madres tienen a su lado una persona con quien comparten su vida: una pareja, alguien especial. También puede ser una persona con quien no conviva ni vaya a ejercer la paternidad, como una abuela, otro familiar o una amiga íntima. Esa persona formará parte de tu red de apoyo y su colaboración puede marcar la diferencia en tu experiencia de amamantar.
En esos momentos difíciles, cuando llorás de cansancio o de dolor por pezones que se agrietaron, y tu bebé parece nunca estar satisfecho, tu pareja (o quién te acompañe a maternar) puede aconsejarte que lo sigas intentando, darte palabras de aliento, o tomar el camino contrario, y no apoyarte de la manera que necesitas para continuar con la lactancia. La pareja no tiene por qué saber cómo solucionar problemas de lactancia, pero si puede estar atenta para pedir ayuda: sólo tiene que recordarle a la madre que puede encontrar el apoyo y la información que necesita. Muchas veces son estas personas quienes se comunican por primera vez con Liga de La Leche.
Durante toda la lactancia, pero sobre todo en los primeros tiempos, el apoyo se vuelve parte fundamental. Sabemos que la información es importante, pero no alcanza si no hay un deseo genuino de amamantar, y un apoyo que funcione como red de contención cuando dudamos. Así, no sólo necesitamos del sistema de salud acompañando, sino también de nuestra pareja, nuestra madre, nuestro círculo cercano, que nos diga “lo estás haciendo bien”. Sí, vas a poder.
Te esperamos en nuestros Grupos de Apoyo a la lactancia materna, podés venir acompañada, para que esa persona que te acompaña también conozca más sobre los beneficios de amamantar a tu bebé, y sepa de la importancia de su apoyo.
Con información y apoyo, todas podemos amamantar.