La enfermedad por el virus mano-pie-boca (Hand-Foot-Mouth Disease, HFMD, por sus siglas en inglés), también llamada infección coxsackie o fiebre aftosa humana, es una enfermedad pediátrica altamente infecciosa aguda común, caracterizada por la aparición de exantema febril benigno (erupción de la piel de color rojizo, más o menos extensa, que suele ir acompañada o precedida de fiebre), erupciones vesiculares típicas en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las nalgas o la boca (lengua, paladar, encías e interior de las mejillas), y puede presentarse dolor de garganta y cabeza. Es común en niños pequeños, especialmente en edades de 5 años y menores, pero cualquiera puede contagiarse. La infección por mano-pie-boca es más frecuente en los meses de verano y otoño. Generalmente, la enfermedad mano-pie-boca es leve y autolimitada, resolviéndose en 7 o 10 días. Sin embargo, en casos raros, se agrava y puede conducir a complicaciones críticas. Los agentes infecciosos identificados del mano-pie-boca son principalmente el Coxsackievirus A 16 y con menor frecuencia el Enterovirus 71 (1, 2, 3).
¿Cómo se transmite la enfermedad mano-pie-boca?
Se contagia fácilmente a través del contacto directo persona a persona, por contacto con juguetes o saliva de una persona infectada, por contacto con las heces o el líquido de las vesículas, por esta razón es muy común que los infantes se contagien en el maternal o el jardín.
Debido a que aún no hay un medicamento específico o una vacuna disponible contra los agentes virológicos vinculados a la enfermedad de mano-pie-boca, las medidas preventivas, como evitar el contacto directo con personas infectadas, la desinfección del ambiente contaminado con virus y los buenos hábitos de higiene personal, el correcto lavado de manos, siguen siendo la única forma efectiva de prevenir su transmisión. Además, resulta esencial controlar la aparición y progresión de la enfermedad, en particular, identificando a los pacientes con mayor probabilidad de desarrollar complicaciones críticas.
¿Qué importancia tiene la Lactancia Materna cuando un bebé contrae la infección mano-pie-boca?
Cada vez se suma más evidencia acerca de que los bebés que son amamantados exclusivamente reciben protección natural contra diferentes agentes infecciosos.
En este sentido, diversos estudios científicos señalan que la lactancia materna exclusiva puede reducir el riesgo de muchas enfermedades infecciosas en los niños (4, 5).
Un estudio reciente examinó el efecto de la lactancia materna exclusiva en la aparición de fiebre en pacientes con «mano-pie-boca», y mostró que los pacientes que habían recibido lactancia materna exclusiva tenían un menor riesgo de fiebre (3).
Aunado a esto, Lin y colaboradores (2), encontraron indicios de que la lactancia materna exclusiva podría prevenir la aparición de la enfermedad de mano-pie-boca, y que esta protección podría persistir durante aproximadamente 28 meses.
¿Puedo seguir amamantando a mi bebé si contrae el virus mano-pie-boca?
Sí, si tu bebé ha contraído la enfermedad mano-pie-boca no es recomendable que suspendas la lactancia materna. Tu leche es segura para él, pues no contiene el virus y sí numerosos elementos inmunológicos. Es probable que por las lesiones que se presentan en la boca de tu bebé, o por el dolor de garganta, le sea doloroso o le cueste amamantar, incluso puede rehusarse a hacerlo, y rechace también otros alimentos y bebidas. La enfermedad mano-pie-boca puede ocasionar una huelga de lactancia del bebé.
Si tu bebé no desea amamantar, puedes extraer tu leche y ofrecerla con una cuchara, un gotero, una jeringa o un vaso. Tu leche le ayudará a mantenerse adecuadamente hidratado, alimentado y a recuperarse. Para aliviar el dolor de las lesiones en su boca, puedes ofrecer a tu bebé tu leche fría*, o congelada, eso le resultará agradable.
La mamá que amamanta gemelos o la que practica lactancia en tándem con infantes de diferentes edades, puede alimentar a ambos bebés, aún cuando haya uno enfermo. Algunas mamás encuentran oportuno asignar un pecho a cada bebé; las que no lo hagan pueden higienizar el pecho que tomó el bebé enfermo, con abundante agua limpia, antes de ofrecerlo al otro bebé.
Si te contagias del mano-pie-boca y presentas lesiones en los pechos que te impiden o te hacen doloroso o incómodo amamantar, puedes hacer lo mismo, extraer manualmente tu leche y ofrecerla por otro medio a tu bebé. Evita que la boca de tu bebé entre en contacto con las vesículas o el líquido dentro de éstas, si las lesiones se presentan en tu pezón y/o areola.
Es importante que durante todo el tiempo que tú y/o tu bebé estén enfermos reciban asistencia médica oportuna y evites la automedicación.
*Cuando la leche materna se enfría tiende a separarse en fases. Puedes mezclarla para homogenizarla y ofrecerla a tu bebé.
REFERENCIAS
1. WHO Library Cataloguing in Publication Data. A Guide to clinical management and public health response for hand, foot and mouth disease (HFMD). World Health Organization 2011.
2. Hualiang L, Limei S, Jinyan L, Jianfeng H, Aiping D, Min K, Hanri Z, Wenjun M, Yonghui Z. Protective effect of exclusive breastfeeding against hand, foot and mouth disease. BMC Infect Dis. 2014; 14: 645. Published online 2014 Dec 4. doi: 10.1186/s12879-014-0645-6
3. Zhu Q, Li Y, Li N, Han Q, Liu Z, Li Z, Qiu J, Zhang G, Li F, Tian N. Prolonged exclusive breastfeeding, autumn birth and increased gestational age are associated with lower risk of fever in children with hand, foot, and mouth disease. Eur J Clin Microbiol Infect Dis. 2012; 31(9):2197–2202. doi: 10.1007/s10096-012-1555-4.
4. WHO Collaborative Study Team on the Role of Breastfeeding on the Prevention of Infant Mortality Effect of breastfeeding on infant and child mortality due to infectious diseases in less developed countries: a pooled analysis. Lancet. 2000; 355(9202):451–455. doi: 10.1016/S0140-6736(00)82011-5.
5. Bahl R, Frost C, Kirkwood BR, Edmond K, Martines J, Bhandari N, Arthur P. Infant feeding patterns and risks of death and hospitalization in the first half of infancy: multicentre cohort study. Bull World Health Organ. 2005; 83(6):418–426.
6. Kakuma R. The Optimal Duration of Exclusive Breastfeeding: A Systematic Review. Geneva: World Health Organization; 2002.
7. Kramer MS, Guo T, Platt RW, Sevkovskaya Z, Dzikovich I, Collet J-P, Shapiro S, Chalmers B, Hodnett E, Vanilovich I. Infant growth and health outcomes associated with 3 compared with 6 mo of exclusive breastfeeding. The American Journal of Clinical Nutrition. 2003; 78(2):291–295.
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