La leche materna que ha sido extraída y almacenada no siempre guarda las mismas características que la leche fresca. La leche fresca tiene un suave aroma y sabor dulzón.

Con frecuencia recibimos consultas de madres preocupadas al notar cambios, en estas características de la leche, una vez almacenada.

Es muy común que la leche tome durante la conservación un aroma y características diferentes, a veces esto puede relacionarse con aquello que consumió la madre (como alimentos, bebidas, medicamentos o suplementos variados) o a otras circunstancias especiales de las cuales hablaremos en esta publicación.

¿Qué hacer cuando la leche almacenada tiene aroma a jabón, metálico o agrio?
¿Si tiene olor a huevo podrido o a trapo sucio?
¿Si se ve separada en capas?
¿Cómo saber si los cambios son parte de un proceso natural o la leche está en mal estado? ¿Hay que desecharla?
¿Qué está pasando y qué se puede hacer?

Hay varias situaciones que pueden causar cambios en las características de la leche humana almacenada, estas diferentes causas determinarán cuáles son las medidas a tomar con esa leche.

🔘 POSIBLES CAMBIOS DE LA LECHE ALMACENADA:

▪️AROMA A JABÓN

Algunas mujeres notan que su leche huele o sabe a jabón al descongelarla o cuando han transcurrido unas horas desde su extracción. Este cambio característico es producido por el efecto de las enzimas lipasas (Newman & Pitman, 2014), que participan en la digestión de la grasa de la leche.

Las lipasas son enzimas que se encuentran en todas las leches y tienen un papel fundamental y positivo en la digestión y sobre los efectos inmunológicos de la leche materna en el bebé. Por ejemplo:
. Apoyan la capacidad del niño para digerir las grasas (lípidos; Lönnerdal y Atkinson, 1995, p. 361) (Lawrence y Lawrence, pp. 136-137 )
. Descomponen los triglicéridos para liberar nutrientes solubles en grasa (Lawrence y Lawrence, p. 137)
. Liberan ácidos grasos libres que proporcionan efectos inmunológicos (antibacterianos, antivirales y antiprotozoarios; Lawrence y Lawrence, p. 136)
. Protegen contra la infección de parásitos intestinales como Giardia y Cryptosporidium (Lawrence y Lawrence, p. 463)

Cuando la actividad de la lipasa es inusualmente alta en la leche extraída, al realizar su trabajo de descomponer las grasas puede dar como resultado un aroma y / o sabor jabonoso.

Estas enzimas actúan en la leche extraída, incluso congelada. La velocidad a la que esto ocurre varía de la leche de una persona a la de otra; puede ocurrir en menos de 12 horas, o puede no ocurrir ningún cambio durante varios días.

Sin embargo, ¡no hay nada malo con esa leche! su cambio de sabor no disminuye su calidad, está en perfectas condiciones y la mayoría de los bebés la tomarán sin problema.

Más puede pasar que el bebé no la quiera tomar, suponemos que no le agrada ese cambio de sabor que la hace diferente a la leche fresca que toma directo de la teta.

Puede evitarse que ocurra el problema con futuros lotes de leche extraída, ¡nadie quiere perder su precioso oro líquido si el bebé no quiere tomarlo! La congelación no evitará que la actividad de la lipasa altere el aroma o el sabor de la leche, pero el escaldado sí lo hará.

▫️Escaldado: ¿cuándo y cómo se realiza?

Estos son los pasos del escaldado para desactivar la actividad de la lipasa:
. Coloque la leche en una olla limpia a fuego lento sobre la hornalla (no en el microondas).
. Caliente la leche hasta el punto de que esté burbujeando alrededor de los bordes pero no hirviendo, ya que la ebullición reducirá o destruirá valiosas propiedades inmunológicas (Lawrence y Lawrence, pp. 162, 721-722).
. Coloque la olla en un recipiente más grande lleno de agua helada (use mucho hielo) para enfriarla rápidamente.
. Almacene la leche en envases aptos, ya sea en heladera si se va a usar dentro de un día o dos, o en el congelador si el almacenamiento será mayor.

Aunque el tratamiento térmico de la leche puede afectar algunos de los elementos anti-infecciosos, no afecta significativamente sus propiedades nutritivas.

La leche humana escaldada sigue siendo una opción saludable y completa para ofrecer al bebé.

▫️Otros tips que las madres usan para probar si el bebé acepta la leche con este cambio de sabor son:
– Mezclar en partes iguales leche que se descongeló (que se sabe con ese cambio) y leche fresca, así el sabor de la leche fresca puede llegar a enmascarar la de la otra leche. Esta práctica tiene como riesgo que si al bebé igual no le gusta, se pierde la leche fresca.
– Calentar la leche, no mucho, porque al bebé no se le da leche caliente en realidad, pero sí quizás un poco más que la temperatura corporal. Esto para ver si al estar caliente el bebé la acepta, pero no porque así se desactive la enzima.
– Dar al bebé la leche fría, esto hace que el sabor sea menos perceptible. Pero no todos los bebés aceptan tomar alimentos fríos.
– Dar al bebé la leche con sabor diferente cuando está con más apetito, de esa manera puede ser que esté menos exigente con el sabor.

▫️Algunas madres deciden averiguar si esto le pasa a su leche antes de armar un banco de leche en casa:

– Se extraen leche, que huele bien y sabe un poco dulce, lo colocan en la heladera, y cada pocas horas van probando el olor y sabor. (Recordatorio: la leche puede almacenarse de manera segura en la heladera a 4ºC por hasta 8 días, aunque usarla antes es mejor. Mohrbacher, p. 461).

– Otras deciden congelar un lote de prueba y realizar una prueba de olor y sabor después de aproximadamente una semana.

La mayoría de las personas descubren que su leche sigue estando bien. Sin embargo, si se descubre que la leche comienza a oler o saber a jabón después de un período de tiempo (que puede variar de unas pocas horas a 24 horas o incluso períodos más largos), entonces podrá seguirse las instrucciones para escaldar la leche antes de refrigerarla para desactivar la lipasa y evitar futuros cambios de sabor.

▪️ LECHE SEPARADA EN DOS CAPAS

La leche humana se separa naturalmente cuando se almacena en una capa de leche y una crema superior, esto es normal, al sacudirla o agitarla se vuelve a integrar.

▪️ AROMA NO AGRADABLE

En cambio, si se siente en la leche un olor agrio desagradable, no a jabón, sino realmente feo, como a huevo podrido, a trapo muy sucio, estamos ante un caso de leche contaminada con bacterias y debe ser descartada.

La leche puede contaminarse por no tomar los recaudos necesarios durante la extracción o almacenamiento.

Si esto sucede es importante descartarla y revisar todos los pasos desde la extracción hasta que se le ofrece al bebé, para garantizar que se tomen todas las precauciones higiénicas necesarias:
– Lavado de manos con agua y jabón, y secado con una toalla limpia.
– Lavado del pecho: Se considera que las medidas de higiene habituales, como lo es el baño diario con agua corriente, es suficiente.
– Extracción en un sitio higiénico.
Recipiente apto y limpio para alimentos
– Envase bien tapado.
– Respetar los tiempos de almacenamiento
– En caso de realizar extracción mecánica hay factores a tener en cuenta para la limpieza del sacaleche y los envases:
. No es necesario esterilizarlos cuando hablamos de bebés sanos nacidos a término.
. Lavar cuidadosamente con agua caliente jabonosa.
. Utilizar una esponja o cepillo nuevo de uso exclusivo para estos elementos, eliminando los residuos de leche de todas las partes del extractor.
. Enjuagar bien y dejar secar las partes del extractor y envases sobre un paño limpio para eliminar la humedad antes de guardar.

Limpieza del extractor de leche materna y cómo limpiar y guardar los artículos para alimentar al bebé

☑️ Bibliografía:
Problemas de la leche, ¿leche jabonosa, metálica, agria o estropeada? (LLL Int’l)
– Hoja Informativa de Liga de La Leche Internacional “Conservación de la leche humana”.
– Libro El Arte Femenino de Amamantar, Edición 2017, Liga de La Leche Internacional.
– Newman, J. y Pitman, T. (2014). Guía del Dr. Jack Newman para la lactancia materna, edición revisada. Reino Unido: Pinter & Martin, Ltd