Para un bebé con síndrome de Down la lactancia no solamente es posible, sino que lo beneficia especialmente, garantizando una alimentación óptima e inmunización contra infecciones.
Los bebés amamantados tienen menos episodios -y menos graves- de infecciones respiratorias, infecciones de los oídos, problemas intestinales y otras enfermedades comunes, especialmente importante en el caso de bebés con síndrome de Down que tienen predisposición a padecer infecciones del tracto respiratorio y problemas intestinales.
El acto físico de amamantar estimula el desarrollo garantizando un frecuente contacto íntimo entre la madre y el niño. Esta estimulación sensorial ayuda a los bebés a desarrollar plenamente sus capacidades. La acción de amamantar ayuda también en la tonicidad de los músculos faciales y mejora la coordinación boca-lengua.
No estés sola con tu lactancia, te invitamos a contactar a una voluntaria de Liga de La Leche.
Más información sobre el tema:
- Necesidades especiales, Síndrome de Down (LLL Int’l)
- Lactancia materna y Síndrome de Down, e-lactancia.org